La almendra es la semilla comestible del fruto del almendro dulce, de color blanco brillante envuelta con una cubierta marrón rojiza, y se consume como fruto seco, crudo, frito y/o salado.
El cultivo de la almendra tiene sus orígenes hace más de cinco milenios, cuando los habitantes de la antigua Persia y Mesopotamia comenzaron a cultivar variedades dulces.
Los fenicios, un pueblo que tenía una especial veneración por este fruto seco, introdujeron la almendra en la península ibérica a través de las rutas marítimas del Mediterráneo. En la Edad Media se convirtió en un ingrediente de lujo en los banquetes. Pero no fue hasta el siglo XIX que los almendros se popularizaron compartiendo paisaje con los olivos.
Las propiedades saludables de las almendras son muchas. Cada almendra es una auténtica píldora nutritiva:
1. Tienen un alto contenido en vitaminas y antioxidantes
Las almendras son ricas en Vitamina E, un potente antioxidante, y tan solo 30 gr de almendras cubren hasta un 63% de las necesidades diarias. Además cuentan también con propiedades antiinflamatorias y otras vitaminas del grup B, especialmente riboflavina o vitamina B2.
2. Son fuente de proteínas
En cada 100 gramos de almendras encontramos 20 de proteínas, por lo que son una buena fuente de aminoácidos esenciales.
3. Ayudan a controlar el peso
Su alto contenido en fibra ejerce un efecto saciante y facilita el tránsito intestinal. Hay que tener en cuenta además que entre el 10 y el 15% de las calorías que contienen no son absorbidas por el organismo.
4. Tienen un importante aporte de grasas saludables
Más de la mitad del peso de la almendra se debe a su contenido en ácidos grasos: el 65 % son monoinsaturadas (como el aceite de oliva), el 26% poliinsaturadas y menos de un 10 % saturadas. El patrón de grasas más saludable.
5. Calcio y otros minerales
Una ración de 30 gramos de almendras cubre el 9% de las necesidades diarias de calcio. Asimismo, esos 30 gramos proporcionan al organismo el 15% del magnesio necesario al día y el 17% del fósforo.
6 Energía
Su aportación en hidratos de carbono (9,3%) no es muy significativa, pero resulta interesante cuando se tiene en cuenta que la mayor parte de esos glúcidos son de absorción lenta. Por esta razón la almendra posee un índice glucémico bajo.
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