Ahora que empieza la temporada natural de los tomates, os explicamos cómo elaboramos nuestros tomates confitados, que son un bocado exquisito. Con pan tostado, con quesos, como guarnición, con nuestros patés veganos, existen mil maneras de comerlos y, a cada cual más rica. ¿No se os hace la boca agua?
Los nuestros los hacemos a base de tomates deshidratados procedentes de cultivo ecológico. El proceso es totalmente artesano y natural, sin ningún tipo de aditivo añadido.
En una olla grande, hervimos agua con romero y orégano y le añadimos los tomates para que se hidraten y se ablanden, cocinados a fuego lento durante una hora aproximadamente.
A continuación, los sacamos y, aún calientes, los envasamos en botes de vidrio donde, previamente, hemos puesto granos de pimienta negra. Una vez llenamos cada bote, cubrimos todo el producto con aceite de oliva virgen.
El siguiente paso es cerrar los botes, pasteurizarlos y etiquetarlos, listos para que los podáis disfrutar.
Y, vosotros, ¿dónde añadís los tomates confitados?
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